Page 17 - RED ZONE OCTUBRE 2020
P. 17
Juan Manuel Bladé: un apasionado del
futbol americano
*Ha pasado por todas las actividades, jugador, coach y ahora como presidente de ONEFA.
Enrique Fernández
Pocas personas pueden hoy presumir que vivieron todas y cada una de las
facetas en el futbol americano, desde jugador hasta directivo, uno de ellos
es Juan Manuel Bladé, odontólogo de profesión y cuya pasión desde los 10
años es el deporte de las tackleadas.
Nació en la capital del país, pero vive en Monterrey desde muy pequeño,
donde conoció el futbol americano gracias a una invitación de su mejor
amigo de la primaria, cuando apenas tenía 10 años.
“Fue en 1968, cuando recién nacía la AFAIM, que como dicen, mi amigo
de la infancia me dijo que fuéramos a los entrenamientos en el club Toros
de las Puentes, que en aquel entonces entrenaba en un pequeño terreno
al lado de las vías del tren. Ahí nos reunía el señor Carranza, si mal no
recuerdo y practicábamos en la noche, en donde los papás tenían que
encender las luces de los carreros para entrenar”, comentó Bladé.
La larga trayectoria de Juan Manuel Bladé arrancó en la categoría Hormigas
con Toros, donde en un principio jugaba de profundo, pero ante los malos
resultados en la temporada, el coach lo cambió de posición para la semana
cuatro y así llegó a ser corredor, aunque en ese torneo el conjunto nada más
pudo lograr una victoria, ésta se dio en el duelo final.
“Para Toros jugué desde Hormigas hasta una temporada de Midget,
logrando un campeonato en Peewee. De ahí pasé a Potros para jugar una
campaña más de Midget y terminar con Junior Bantam”, destacó Bladé.
Al llegar su etapa de preparatoria, la cual cursó en la 7, el ex Tigre decidió
seguir en Potros y no vestir el jersey de los Pieles Rojas, ya que allí tenía
a sus amigos. Pero al ingresar a la Facultad de Odontología participó dos
años con las Tortugas, donde los resultados deportivos no se dieron; pero
fue corriendo para esta escuadra que llegó a los Auténticos en 1976.
En aquel entonces, añadió Bladé, se jugaba en un semestre del año y al
terminar la temporada del 76 me llamó a los Auténticos el coach Cayetano
Garza. En mi temporada de novato participé poco como regresador de
patadas y corredor pero ya cuando el partido estaba definido.
Sería en 1977 cuando se convertiría en parte del backfield titular, donde no
sólo se consiguió el campeonato, sino que además en la final ante Águilas
Blancas impuso una marca que aún prevalece para una final, de 415 yardas
y cinco anotaciones.
17
17