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Graciela Márquez Matus, Jorge Gutiérrez Nájera, Erick
Strével y Raúl Cisneros, quien dirigió un mensaje a
nombre de los integrantes de la generación, se llevó
a cabo la ceremonia en el auditorio de la escuela,
misma que culminó con la develación de una placa
donde quedarán eternamente grabados los nombres
de todos los integrantes de esta generación.
Strével dirigió unas palabras al homenajeado
doctor Jacinto Licea Mendoza, formador de muchas
generaciones de brillantes jugadores de las Águilas
Blancas y reconocido mundialmente en la especialidad
de medicina deportiva.
El doctor Jacinto Licea señaló en su discurso: “Quiero decirles
que algo que cambió mi vida fue el Politécnico. Yo soy originario
de unas montañas de Michoacán, Chinicuila es el nombre
tarasco de mi pueblo. De niño, quién se podría imaginar venir
a México, hay gente de ahí que nunca salió del pueblo”.
El discurso fue de mucha sensibilidad: “Recordar las condiciones
en que vive nuestra gente del campo debe ser importante, sobre
todo para quienes somos del campo. Pensar las condiciones
en que todavía se desarrollan. Poco de lo mucho que se dice
del avance que ha tenido nuestro país ha llegado al campo.
Y si no, de donde sacamos los millones de braseros, de ahí
precisamente”.
“Fue una persona que nos enseñó muchos valores:
honor, orgullo, lealtad y mucha casta, lo que nos ha
hecho campeones”.
Y añadió: “Él, como egresado, ha puesto muy en alto,
tanto a nivel nacional como internacional, al Instituto
Politécnico Nacional y a esta maravillosa escuela,
en la medicina y deportivamente. Nos ha enseñado
a tener mucha identidad y sentido de pertenencia.
Estos colores guinda y blanco los llevo tatuados en el
corazón, por eso la generación 1877-1982 le hace un
alto reconocimiento”.
Para finalizar sentenció: “La virtud más grande que se
conoce es la gratitud, por eso nosotros le decimos al “En una ocasión”, prosiguió el homenajeado. “Siendo gobernador de Michoacán
doctor Licea, gracias”. Lázaro Cárdenas, llegó al pueblo porque esa zona era donde todavía quedaban
los famosos cristeros. No soy partidario de ellos, no creo que fueron algo justo,
A continuación, invitó a la concurrencia a echar un aunque tuvieron sus aspectos positivos. Los cristeros son un capítulo de revolución
huelum, que pidió se escuchara tan fuerte como para de la parte central de nuestro país; ellos hicieron lo que consideraban correcto
que lo escucharan hasta Ciudad Universitaria”. y afortunadamente hubo gente como el gobernador de Michoacán que entendió
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