Page 27 - RED ZONE SEPTIEMBRE 2020
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Chamarras, suéteres y

 sudaderas vintage con   DeShaun Watson, una historia de trabajo y

 bordado tipo chinilla   dedicación


 (chenille).
         *Al convertirse en el segundo quarterback mejor pagado en la NFL, recuerda sus inicios en el futbol
         en Gainesville, Georgia.

         Jorge Iglesias Cervantes

         En el 2006, el corredor de los Atlanta Falcons, Warrick Dunn, tuvo el honor
         de entregar las llaves de su nueva casa a la madre de DeShaun Watson,
         quien luego de hora y horas de trabajo como voluntaria en el programa
         Habitat for Humanity, vio recompensado su esfuerzo al calificar para que
         le construyeran su casa propia, misma que fue amueblada gracias a la
         aportación de Dunn.


         Nadie imaginaba en ese entonces que a los 11 años el pequeño DeShaun
         tendría así el impulso necesario para prepararse a fondo, llegar a la NFL
         como primera selección del Draft, para convertirse este año en el segundo
         quarterback mejor pagado de la Liga, solo detrás del extraordinario Pat
         Mahomes, estrella de Kansas City Chiefs.


         Watson ha tenido un crecimiento sobresaliente como persona gracias a la
         presencia en su vida de diferentes actores, iniciando por su madre, quien
         ante la ausencia de una figura paterna tuvo que atender varios trabajos
         para dar a su familia el sustento necesario.




                                                               Según señala Watson en el sitio theplayerstribune.com, el coach Perry lo
                                                               llevó a otro nivel.


                                                               “Me  dio que tenía talento,  pero  requería la ética  de trabajo que me
                                                               permitiera explotarlo al máximo”, recuerda el jugador. “Y el secreto era
                                                               que no había secreto”.

                                                               El entrenador le enseño a trabajar fuerte, le dio un gran libro de jugadas,
                                                               con muchos audibles y esquemas defensivos para memorizar, además de
                                                               obligarlo a levantarse dos horas antes de ir a clases para ver películas. Todo
                                                               esto en pretemporada.


         Fue  una  infancia  difícil,  ya  que  antes  de  obtener  la  casa  vivieron  en
         Gainesville, Georgia, donde los jóvenes juegan futbol y basquetbol junto
         con otros de mayor edad, quienes generalmente son traficantes de drogas
         o pertenecen a bandas delictivas.
 PEDIDOS:

 Tel. 55 55 24 07 54 /  Cel. 55 91 92 44 26  A partir de que recibieron la casa, el camino de Watson fue encontrando
         buenos momentos.
 ziuk_96@hotmail.com / aguila_real96@yahoo.com.mx  Otro de ellos llegó cuando tenía 14 años y estaba en su primer año en

         Gainesville High, donde coincidió con el coach de quarterbacks Michael
         Perry.
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