Page 33 - RED ZONE SEPTIEMBRE 2020
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Jim Plunkett,  otra víctima del racismo en


         la NFL



         *Pese a ganar dos Super Bowls como quarterback titular, nunca ha sido considerado para el
         Salón de la Fama.

          Fernando de Aquino

          Ahora que está en  boga por parte de  los perfeccionistas abogados  de
          la plataforma Twitter el solicitar que se “cancele” todo lo que implique
          racismo, homofobia, xenofobia, chistes rojos, negros, etc. les voy a contar
          una historia de injusticia o racismo, contra el ex quarterback de Raiders de
          Oakland, Jim Plunkett, quien es hijo de padres mexicanos.

          El 5 de diciembre de 1947 nació James William Plunkett Jr, en una casa
          humilde en San José, California. Fue conocido como Jim Plunkett, al tener
          raíces  de la comunidad  chicana,  lo cual  suena  raro debido  al apellido
          Plunkett  (aunque  esto  deriva  de  que  su  abuelo  paterno  era  de  origen
          irlandés, lo que le permitió camuflajear las raíces mexicanas que corrían
          por sus venas y protegerse de la discriminación que hay en Estados Unidos).


          A corta edad Jim trabajó para ayudar a sus padres ciegos, dedicándose a  Pues bien, en 1970 Jim lanzó para 20 pases de anotación y 2 mil 673
          repartir periódicos; aunque también colaboró en una gasolinera. Al terminar  yardas, lo que le permitió guiar a Stanford al campeonato de su Conferencia
          la preparatoria Jim consiguió una beca en la Universidad de Stanford y a la  y ser uno de los grandes contenientes por el trofeo Heisman. Junto con él
          par de su primer año, la ceguera progresiva de William Plunkett, padre de  estaban en la contienda: Joe Theismann, Dan Pastorini y el favorito Archie
          Jim, le quitaría la vida a los 56 años de edad.      Manning, el cual tuvo una lesión que le impidió terminar la temporada.
                                                               Plunkett salió airoso y fue el ganador del Trofeo Heisman; pero había una
                                                               razón más para darle el trofeo a Plunkett, ya que por primera vez en casi
                                                               veinte años, Jim había llevado a su equipo a disputar el Tazón de las Rosas.
                                                               En esa ocasión se enfrentaron a Ohio State, que era el favorito por diez
                                                               puntos; sin embargo, Plunkett llevó a Stanford a la victoria con un marcador
                                                               de 27-13, lo que le valió ser nombrado MVP.


                                                               Históricamente, los ganadores de estos trofeos tienen su pase asegurado a
                                                               la élite del futbol americano y así sucedió. Fue la selección número uno del
                                                               draft en 1971 por los Patriotas de Boston, sí de Boston, para los que piensan
                                                               que la historia corre a partir de la dinastía Brady-Belichick. Después de
                                                               cinco temporadas con Nueva Inglaterra, en dónde recibió en sus primeras
                                                               dos temporadas 75 de las 380 capturas que sufriría en su carrera, pasó a
                                                               los 49ers solamente dos temporadas, para después llegar a un equipo en el
                                                               que se encontraría con dos cosas: la primera, una lesión en la pierna de Dan
                                                               Pastorini, el quarterback titular; y en la semana cinco se encontró con el
                                                               coach mexico-estadunidense Tom Flores. Jim encaminaría a los Raiders de
                                                               Oakland al título en el Super Bowl XV, ante las Águilas de Filadelfia, siendo
                                                               designado MVP. Y solamente tres años más tarde, con el  mismo equipo,
                                                               pero ahora en Los Ángeles, derrotaría a los extintos Redskins por 38-9.

                                                               Toda esta historia, aunque lo parece, no es un cuento de hadas, sino una
                                                               injusticia a un mariscal de campo que ganó dos Super Bowls como titular,
                                                               reconocido en uno como el Jugador Más Valioso y quien nunca ha sido
                                                               considerado para incluirle en el Salón de la Fama de la NFL.

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