Page 27 - END ZONE MARZO 2023
P. 27
Un ejemplo puede ser un gimnasta que tiene miedo a regresar a
entrenar después de haber sufrido una lesión por caída en una
barra de equilibrio, por lo que la conducta objetivo es reducir ese
temor. El proceso para conseguir este propósito consiste en pedirle
al atleta que inicie con ejercicios básicos en el piso, sin delimitación,
por tres días, y una vez cumpliendo esta parte, se le dará un
reconocimiento verbal.
El siguiente paso es repetir esa rutina de piso, pero ahora sobre un
área delimitada, simulando una barra de equilibrio, y evitando que
el atleta salga de esa delimitación. Una vez cumplido este paso,
también durante tres días, se le brinda un reconocimiento mayor
al atleta.
de implementar, tenemos que pasar por varias etapas hasta lograr
ese objetivo”.
Algunas recomendaciones finales que hizo el sicólogo deportivo
Raúl Martínez son: que las conductas objetivo sean alcanzables, sin
pedirle algún elemento imposible al atleta; que los reforzadores
o recompensas también sean alcanzables, dependiendo de las
posibilidades; y, por último, que los elementos de la conducta
objetivo implican cambios graduales, ya que no puede completarse
de un día para otro un proceso como este.
Las próximas acciones consistirían en subir al gimnasta a la barra
de equilibrio, y que realice su rutina, primero a una altura baja, y
después a la altura normal para que retome confianza. Una vez
cumplida la conducta objetivo se le da un incentivo mayor a los
anteriores, como una constancia, un premio o algo que represente
un reconocimiento al esfuerzo realizado por el atleta.
“La mayoría de los entrenadores trabajan con este tipo de técnicas,
aunque no sean conscientes de ello, pero en todo proceso de
aprendizaje, para llegar a lograr una conducta que es más compleja
27